Un periodista y una diseñadora sin experiencia en negocios ni $$$ para pagar el alquiler convierten unas ropas 🧥 viejas, sucias e inútiles en un negocio de US$ 2.000.000.000 al año 🤯.
Esta es la aventura de Mel y Patricia, fundadores de Banana Republic. 🐯 🦁 🐵
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1/ A fines de los 70’, Mel viajó a Australia a cubrir unas notas como periodista y vio una tienda perdida llena de rezagos militares.
Sabía que a su esposa le gustaban las ropas exóticas, así que se compró un saco y un sombrero de la milicia de Burma para darle una sorpresa.
2/ Cuando Patricia lo recibió en el aeropuerto, se volvió loca. A Patricia le gustó tanto el estilo, que decidió ponerle unos parches para que tuviera más onda.
Todos empezaron a preguntarle dónde había comprado el saco...
Eso sonaba a oportunidad de ganar $$$ extra 🤩.
3/ Así que con solo $1.500 dólares en el bolsillo, Mel y Patricia decidieron arriesgarse.
Visitaron todas las tiendas de rezagos que encontraron y compraron lo que nadie quería. Arreglaban las prendas dándoles su estilo personal, y las llevaban a las ferias para venderlas.
4/ Cada diseño era original, ninguna prenda era igual a la otra.
Los Ziegler transformaban en oro lo que otros descartaban como basura.
Para poder expandirse, empezaron a vender por catálogo y en la que fue su primera tienda física. Un Safari en Mill Valley, San Francisco.
5/ Los Ziegler ofrecían algo diferente, único, extravagante.
Capaz hasta demasiado diría yo, ya que el cliente promedio parecía salido de la franquicia de Indiana Jones. Y la verdad es que, ¿quién no soñó alguna vez con vestirse así?
6/ Éxito fue lo que les sobró, la prensa trajo más prensa, y con el paso del tiempo se fueron expandiendo cada vez más y más y ahí fue cuando apareció GAP.
GAP ofreció comprar Banana Republic, permitiéndoles a los Ziegler seguir marcando tendencia con su lado creativo.
7/ Después de unos años de crecimiento, los directores de GAP, propusieron un cambio. Querían una marca "más normal".
Una alternativa que incluyera ropa e ítems más lujosos con la finalidad de crecer en el mercado y así atraer más clientela.
8/ Así como pusieron la idea sobre la mesa, los Ziegler abandonaron la compañía que ellos mismos fundaron. No podían cambiar la aventura, los Safaris, por ropas fotocopiadas de shopping.
9/Para comienzos de los 90’, las tiendas de Banana Republic habían dejado de ser lo que originalmente eran.
Ya no daban ganas de buscar el Santo Grial para la inmortalidad, sino de ver qué tipo de camisa iba a combinar mejor con un Rolex y un Bugatti que probablemente ni tenías
Si te gustó la historia, te recomiendo leer “Wild Company" un libro de memorias de los fundadores, Mel y Patricia Ziegler.
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