Esta semana estuve en la gala de los premios de @HayDerecho. Allí pude conversar con muchos profesionales de las leyes: abogados, jueces, fiscales, notarios… Es un ecosistema donde estuve muy cómodo, pero que como ingeniero me resulta marciano.
Y me di cuenta de una cosa.
Escuchando en los corrillos me di cuenta de algo evidente: de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) es la piedra angular de la arquitectura administrativa del país. Todos los días decenas o cientos de miles de personas acuden al BOE.
Pero el BOE es un ladrillo.
Hay tantísimos ojos puestos en el Boletín, que pienso que tendría que tener un diseño y un estilo tipográfico más cuidado. Porque incluso una leve mejora de la legibilidad impactaría positivamente en tantas personas que lo leen a diario.
Dejadme que ahonde un poco… 😇
Hablemos, por ejemplo de la tipografía del BOE.
Por lo que veo, los millones de páginas del Boletín se publican con la tipografía Arimo, de Steve Matteson.
Pero, ¿es Arimo la mejor tipografía posible para una obra del calado del BOE?
Arimo es una tipografía sin serifa. Estas fuentes tienen buena legibilidad en pantalla, pero no son ideales para obras en papel. Y mucho del BOE, no nos engañemos, se consume principalmente en papel.
Arimo, la tipografía del BOE, está disponible en Google Fonts. Allí se ahonda en esto mismo: que es una fuente que tiene buena legibilidad en pantallas.
fonts.google.com/specimen/Arimo/about
En la gala de @HayDerecho tuve animadas e inspiradoras conversaciones con magistrados, abogados, fiscales… Me dio la sensación de que cuando estudian sus casos, estos profesionales leen en papel.
Y es normal: es agotador leer extensísimas leyes en una pantalla retroiluminada.
La serifa de las tipografías es un rasgo que mejora la legibilidad de los textos impresos. Es por eso que los libros se editan con tipografías con serifa.
Porque facilita la lectura.
Reduce el esfuerzo del lector.
Te cansas menos leyendo.
twitter.com/JaimeObregon/status/1531011689000361986
Lo que expreso en este hilo no es ninguna novedad. El de tipógrafo es un oficio centenario. Mitad arte; mitad ciencia, su origen se pierde en los tiempos de Gutemberg.
Todo esto lo sabe cualquier diseñador competente.
El BOE se puede leer…
✅ En HTML
✅ En PDF
HTML es el lenguaje nativo de la web. PDF, en cambio es un formato para documentos paginados («paged media»).
Un archivo PDF representa un documento paginado. No es un formato nativo de la web, adonde llegó —por cierto— tarde y de rebote.
PDF es un émulo moderno del papel.
Pienso —y lo propongo, entre otras mejoras— que el Boletín en su forma PDF debería emplear una tipografía con serifa.
Y dejar la actual fuente Arimo exclusiamente para la versión HTML.
👉 Ello haría una pizca más cómodo el trabajo de muchísimas personas.
Las pantallas de ordenador y las tabletas son eficacísimas para la referencia rápida y lecturas breves. Pero el libro electrónico (tinta electrónica) y el clásico papel son soportes mucho más ergonómicos para lecturas largas como los anuncios oficiales del BOE.
Pero incluso un sutil rediseño de la plantilla maestra del Boletín en su forma PDF podría aportar mucho más que el necesario cambio tipográfico. Estoy seguro de que el interlineado, el interletrado, el tamaño, los márgenes, el membrete, el pie… también pueden ser optimizados.
Optimizados para una lectura más ergonómica.
Optimizados por un tipógrafo profesional.
Pensemos que el BOE —como todos los boletines y diarios oficiales que se publican en España— es una herramienta cotidiana de trabajo para decenas o cientos de miles de personas.
Hablemos sucintamente de los márgenes del BOE, por ejemplo. Son simétricos. ¿Ha pensado alguien que quizá esto no sea lo ideal?
Al encuadernar o al tomar notas marginales, por ejemplo, suele convenir tener márgenes asimétricos.
Pensemos ahora en los humanos, que somos los destinatarios naturales del Boletín. A partir de los 40 o 45 años nuestro músculo ocular va perdiendo capacidad de acomodación. Es entonces muy frecuente la presbicia o vista cansada.
es.wikipedia.org/wiki/Acomodación_(ojo)
Un aspecto muy estudiado y bien conocido es que las líneas muy largas son más difíciles de leer que las cortas. Los editores y los tipógrafos saben que los textos largos deben maquetarse, idealmente, en líneas de no más de 70 u 80 caracteres.
eric.ed.gov/?id=EJ749012
Antaño el BOE y otros diarios oficiales se publicaban a dos columnas. Paradójicamente esto ha dejado de hacerse, lo cual tiene otro efecto colateral negativo: se necesitan más páginas para publicar la misma información.
Izquieda: Boletín de 2008.
Derecha: Boletín de 2022.
Pienso que con poco esfuerzo se podría mejorar sensiblemente la legibilidad de los boletines oficiales y, al tiempo, reducir quizá un 5 % el número de páginas y el volumen de los tochos que leen los profesionales de las leyes.
Y que ello mejoraría un poco la vida de mucha gente.
Lo que aquí digo para el Boletín Oficial del Estado es aplicable
a todos los demás diarios oficiales. Llevo muchos años haciendo cosas™ con boletines oficiales. Experiementos como @BOCantabria y otras muchas cosas.
¡…Se podrían hacer virguerías!
twitter.com/BOCantabria/status/1586406289357283329
Pienso que muchos cientos de miles de abogados y funcionarios se beneficiarían de que un buen tipógrafo repensara la plantilla maestra del BOE.
Creo que la serifa, el interlineado, los márgenes… podrían ajustarse fácilmente para una lectura más ergonómica.
Mi referencia aquí es un tipógrafo: Matthew Butterick. Y su libro «Practical Typography», que disfruté mucho. Butterick es también autor de «Typography for Lawyers», que fundamenta estas y otras ideas.
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¹ practicaltypography.com
² typographyforlawyers.com
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¡Y en todo esto pensaba yo el otro día en el cóctel de la gala de @HayDerecho! Mientras escuchaba en un corrillo de abogados, Coca-Cola en mano, la pila de horas que se pasan al día estudiando diarios y documentos oficiales.
(Tengo varias ideas más, pero no me caben aquí 😜).