Hoy os quiero contar la historia de lo que pudo ser y no fue.
La historia de como MICHAEL JORDAN terminó vistiendo NIKE, simplemente porque otras marcas de zapatillas no quisieron firmar con él.
La historia de uno de los mayores acuerdos financieros de la historia del deporte.
Viajemos hasta principios de los años 80, al pabellón de la Universidad de Carolina del Norte, donde un grupo de jóvenes entrena al baloncesto, totalmente ajenos a que entre ellos estaba quien, en menos de una década, se convertiría en el mejor jugador de la historia.
Si en aquel momento hubiéramos bajado la vista a la altura del parqué, y nos fijásemos en las zapatillas de aquellos chicos, podríamos observar algo curioso... TODOS llevaban zapatillas Converse, pues la Universidad de Carolina del Norte tenía un acuerdo con esta marca.
Por aquellos entonces Converse era, sin discusión, la marca número uno del mundo en lo que a zapatillas de baloncesto se refiere. Y Converse era, por supuesto, la marca más importante de la NBA. Vestían a Magic Johnson, Larry Bird, Julius Erving, Isiah Thomas...
Antes os he dicho que todos los jugadores de Carolina del Norte llevaban Converse, pero os he mentido. Entre aquellos chicos estaba un jovencísimo Michael Jordan, y Jordan estaba empeñado en calzarse unas Adidas en los entrenamientos (en los partidos no podía).
Y lo curioso es que cuando Jordan llega a la NBA, cuando le toca negociar su propio acuerdo de zapatillas, sí trata de firmar con Converse. Quería vestir las mismas zapatillas que el resto de estrellas de la liga, pero Jordan no quería ser un rookie cualquiera...
En las negociaciones con Converse, Jordan exigió ser una estrella más, y aquel era un precio que la marca de Massachusetts no estaba dispuesta a pagar:
"Me dijeron que ya tenían a muchos grandes jugadores y que no querían ni podían ponerme a su altura"
Y descartado Converse...
El sueño de Jordan era firmar con Adidas.
David Falk, agente de Jordan:
"En aquella época Adidas no iba demasiado bien como marca. Nos dijeron que les encantaría trabajar con Jordan, pero que en ese momento ni siquiera podían hacerle unas zapatillas adecuadas"
Fue entonces cuando su agente le consiguió una reunión con Nike.
Jordan ni siquiera quería escuchar aquella oferta.
Inicialmente se niega incluso a acudir a la reunión con ellos, pese a la desesperación de su agente, que le insistía en que Nike era la mejor opción disponible.
Jordan estaba dispuesto a cerrar un acuerdo a la baja con Adidas, pero finalmente aplazó la firma para acudir "obligado" a la reunión con Nike:
"Mi madre me dijo, los vas a escuchar, quizás no te gusten, pero los vas a escuchar. Y me hizo subir al avión para reunirme con ellos"
La oferta de Nike fue inmejorable para el rookie: un contrato de 250.000 dólares anuales, acompañado de un aliciente inmejorable para calmar el ego del rookie, desarrollar su propia marca de zapatillas... las Air Jordan.
Pero claro, cualquiera que conozca la personalidad de Jordan sabe que no iba a aceptar aquel acuerdo directamente.
Cogió la oferta, y se fue a las oficinas de Adidas, dispuesto a firmar con ellos si igualaban la oferta.
Como ya sabéis, no fue así, y el resto es historia.
Aquel acuerdo con Nike se ha convertido en el acuerdo más fructífero de la historia del deporte.
Michael Jordan ha ganado más de 1.300 millones de dólares desde 1984 hasta 2020 gracias a su acuerdo con Nike, según las cifras ofrecidas por Forbes.
Y no sólo fue un éxito para Jordan, Nike cambió para siempre como empresa.
Al firmar aquel contrato, estimaron unos ingresos de unos 3 millones de dólares durante los 4 primeros años de la marca Air Jordan.
Por suerte para Nike, aquellas estimaciones fueron malísimas.
Sólo durante su primer año, la marca Air Jordan vendió zapatillas por valor de 126 millones de dólares, y desde ese año, los ingresos no han dejado de crecer.
Calculadora en mano, ese primer año multiplicaron por 168 los ingresos esperados, una auténtica locura...
Las zapatillas de Michael Jordan son, todavía hoy, las más vendidas del mundo.
De hecho, ahora tiene su propia marca dentro de la compañía, la Jordan Brand, algo mucho más grande que una línea de zapatillas, y el año pasado generó cerca de 3.000 millones de dólares de beneficio.
Michael Jordan, que a lo largo de su carrera ganó $90 millones en salarios, posee ahora una fortuna valorada en más de $2.200 millones.
Todavía hoy, ya retirado, gana entre 80 y 100 millones de dólares (gana cada año más de lo que ganó durante sus 15 años de carrera NBA).
En 2010, el exjugador compró el 90% de las acciones de Charlotte Hornets, en un acuerdo valorado en unos $275 millones ($180 millones en efectivo + asumir la deuda).
Los Charlotte Hornets están valorados hoy en 1.575 millones de dólares.
En 2019, Jordan vendió un 20% de la franquicia por unos $300 millones, en un acuerdo en el que casi multiplicó por dos la que fue su inversión inicial. Pero lo que es aún más importante, sigue manteniendo un 70% de las acciones, que están valoradas ya en más de $1.100 millones.
Otra de las fuentes que más dinero le reporta cada año suelen ser las denuncias a empresas que utilizan su marca sin ser propietarias de los derechos. Aunque Jordan suele donar el dinero que recibe de estos juicios. Al igual que donó todas las ganancias de The Last Dance en 2020.
Sobre la historia que os he contado hoy, es inevitable pararse a pensar qué hubiese pasado si Jordan hubiese firmado con Adidas o si hubiese aceptado la oferta de Converse. Tal vez el mercado de zapatillas sería muy diferente hoy. O no. Afortunadamente nunca lo sabremos.
THE END